Los trastornos por ansiedad implican un estado de nerviosismo, es una respuesta normal a una amenaza o un estrés psicológico. La ansiedad normal tiene su raíz en el miedo y cumple una función de supervivencia. Cuando pasamos por una situación peligrosa, la ansiedad induce una respuesta de lucha o fuga con sus correspondientes cambios fisiológicos, como puede ser mayor volumen de sangre al corazón o a los músculos proporcionando al cuerpo la energía necesaria para afrontar una situación estresante. El problema es cuando surge en momentos inadecuados o de manera prolongada, entonces se la considera un trastorno.
Los trastornos de ansiedad son más frecuentes que cualquier otra clase de trastornos mentales.
Sus síntomas pueden aparecer de repente o gradualmente en el curso de horas, minutos o días. Puede llegar a ser tan estresante y afectar tanto a la vida de la persona que puede desarrollar depresión. Los médicos suelen tratar este trastorno con ansiolíticos como las benzodiacepinas, son un tipo de fármacos para usar breves periodos de tiempo porque generan mucha dependencia.
La depresión representa un trastorno del estado de ánimo caracterizado por periodos de intensa tristeza. Generalmente desproporcionado con respecto al hecho y persiste más allá de un periodo de tiempo razonable. Después de la ansiedad suele ser el trastorno mental más habitual. Profesionalmente he observado a bastante gente que la padece al no solucionar alguna dolencia (lumbalgia crónica, espondilitis, pérdida familiar, artrosis). Muchas personas con depresión no pueden experimentar emociones de forma normal, como el duelo, la alegría, el placer; en casos serios el mundo aparece ante ellos como descolorido y sin vida. El pensamiento, el habla y otras actividades pueden hacerse más lentas. Están preocupadas por pensamientos profundos de culpabilidad, autodenigración y con dificultades en la concentración. Son frecuentes las alteraciones del sueño, la pérdida de peso o placer sexual. Son muy comunes los pensamientos sobre la muerte. Muchos quieren morir o sienten que valen tan poco que quieren morirse. Los inhibidores de recaptación de serotonina y los inhibidores de la monoaminooxidasa suelen ser los fármacos más habituales.
Con métodos naturales, especialmente la acupuntura y la moxibustión, se puede tratar de aliviar o llegar a curar estos problemas. La acupuntura trata de equilibrar ciertas disfunciones en determinados órganos, regular desordenes del Yin-Yang (esto es, la sangre, la energía, los líquidos orgánicos) y los meridianos.
Mejora la circulación sanguínea, equilibra los neurotransmisores que generan sensación de bienestar, regula el sistema nervioso, mejora la calidad del sueño y aumenta tu energía vital, lo cual te devolverá tu bienestar.
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